El gol de Alexis Canelo, faltando apenas unos segundos para que se cumplan los cinco minutos que había adicionado Andrés Merlos, cayó como un baldazo de agua helada en Atlético; en todos sus sectores: jugadores, cuerpo técnico, dirigentes e hinchas.
Con ese tanto, Independiente se llevó los tres puntos del “José Fierro” y le dio un golpe importante a la ilusión del “decano” de clasificar a una competencia internacional.
Pese a haber mejorado ligeramente la imagen que había mostrado en el duelo ante Colón una semana atrás y a que Independiente no fue, necesariamente, superior, los dirigidos por Favio Orsi y Sergio Gómez se quedaron con las manos vacías.
Para colmo, la derrota, que cortó varias rachas positivas que arrastraban los de 25 de Mayo y Chile, llegó en el peor momento posible.
La primera de esas rachas quedó disuelta con el cabezazo de Joaquín Laso tras un córner que no era córner (Merlos se equivocó al no haber cobrado saque de arco para el “decano”) y la mala salida de Tomás Marchiori, fue la de goles recibidos en casa.
Desde que la dupla se hizo cargo del equipo los primeros días de julio, Atlético no había encajado goles en su estadio. Fueron 800 minutos clavados los que llevaba Marchiori sin ir a buscar la pelota desde adentro de su arco en Tucumán. Justo en ese momento llegó el empate de Independiente.
Esos minutos que contemplaban los siete partidos que Orsi y Gómez dirigieron en el "José Fierro" y un cotejo más con Lucas Pusineri al mando. Godoy Cruz, a los 83 minutos del duelo por la fecha 20 de la Liga Profesional, que terminó con triunfo “decano” por 2-1, había sido el último equipo en convertir en su visita al Monumental.
Las otras dos rachas se terminaron de destruir con el gol de Canelo. Por un lado, se acabó el invicto de local de Orsi-Gómez y se terminaron los 10 partidos al hilo sin derrotas en casa para Atlético (la última vez que había perdido ante su gente había sido el 12 de mayo, por la fecha 16 de la Liga Profesional, ante Argentinos por 2-1).
Además, para el “decano” reaparecieron los fantasmas de no poder aguantar el resultado. Hasta ahora, en esta Copa de la Liga, no le había sucedido que le den vuelta un partido tras ir ganando. Las tres veces que golpeó primero, aguantó el resultado y terminó ganando: ante Arsenal, Barracas Central y Talleres, todos en casa.
Dos veces en este 2023 le habían revertido la historia: ante Lanús en La Fortaleza por la fecha 19 de la Liga Profesional, cuando cayó 2-1 tras comenzar ganando con gol de Mateo Coronel; y por la primera ronda de la Copa Argentina, en Santa Fe, cuando perdió 3-1 con Estudiantes de Río Cuarto luego de comenzar 1-0 arriba.
Además, hay que remontarse mucho más atrás para encontrar la última vez que Atlético comenzó ganando en su cancha y terminó con las manos vacías. Fue el 25 de abril de 2021, por la fecha 11 de la Copa de la Liga, cuando cayó 3-2 con Talleres.
Está claro que el momento para que se acaben todas estas rachas positivas en el “José Fierro” fue el menos adecuado para Atlético.
Si hubiese ganado el duelo contra el “rojo”, el “decano” se habría acercado a la zona de clasificación a las copas internacionales. En cambio, con la derrota puede llegar a terminar la fecha en el puesto 14 o 15 (hoy está 13). Y como si eso no fuese poco, si se dan algunos resultados, podría quedar a seis puntos de la zona de clasificación a la Sudamericana, con la misma cantidad de unidades por disputar.
Por lo pronto, al “decano” no le quedará más que tratar de cerrar el torneo de la mejor manera e ilusionarse con que los rivales pierdan puntos; y por qué no, con que se abran nuevos cupos para soñar con volver a un torneo internacional en 2024.
De lo contrario, la próxima temporada deberá enfocarse solo en el ámbito local; culpa de una derrota que llegó en el peor momento posible.